El león y el ratón
Autor:
Esopo
En
una densa selva, vivía un poderoso león que era temido por todos los animales.
Un día, mientras descansaba bajo un árbol, el león fue atrapado por una red de
cazadores. A pesar de su fuerza, no pudo liberarse y rugía de frustración.
Un
pequeño ratón que pasaba por allí escuchó los rugidos y se acercó al león
atrapado. El ratón se dio cuenta de la situación y se ofreció a ayudar al león.
Con sus afilados dientes, comenzó a roer la red y, después de un rato, logró
liberar al león.
Agradecido
por la ayuda del ratón, el león le dijo: "Pequeño ratón, en apariencia
eres insignificante, pero hoy has demostrado que incluso los más pequeños
pueden ser de gran ayuda. Si alguna vez necesitas algo, no dudes en
pedírmelo."
Pocos
meses después, el león escuchó un ruido proveniente de un arbusto. Se acercó
cautelosamente y descubrió que era una trampa de cazadores. Sin embargo, esta
vez era una trampa diferente y mucho más peligrosa: una trampa con dientes de
acero que se cerraba al menor contacto.
El
león quedó atrapado en la trampa y rugía de dolor. El pequeño ratón escuchó los
rugidos y corrió en su ayuda. Sin dudarlo, el ratón comenzó a roer los cables
de la trampa con todas sus fuerzas. Después de un arduo esfuerzo, logró liberar
al león una vez más.
El
león, asombrado por la valentía y la fidelidad del ratón, le agradeció de
corazón. Desde ese día, el león y el ratón se convirtieron en amigos cercanos.
El león aprendió que la gratitud y la amistad no tienen tamaño ni forma, y el
ratón aprendió que un pequeño acto de bondad puede traer grandes recompensas.
Moraleja: La amabilidad y la ayuda mutua son virtudes que no dependen del tamaño ni la apariencia, y pueden construir relaciones valiosas en cualquier situación.